Dirigente obrero chileno amenazado de muerte por junta militar argentina

¡Salvar la vida de Mario Muñoz!

Extraído del Suplemento en Español (abril de 1976), publicado en Workers Vanguard n. 108, de 7 de mayo de 1976.

El golpe de estado en Argentina, realizado por las fuerzas armadas, ha presentado al mundo una imagen pacifica de respeto de los derechos humanos. Por el contrario, la realidad es brutalmente diferente. En forma silenciosa la junta militar argentina ha desatado una represión sangrienta a todos los revolucionarios, sindicatos y organizaciones populares. Mientras tanto siguen actuando impunemente las organizaciones de derecha, así también la criminal Alianza Anticomunista Argentina (AAA), que ha redoblado sus atentados y asesinatos.

Esta es la cruel verdad que el mundo entero debe conocer: allanamientos, torturas, vejaciones, encarcelamientos masivos. Las vidas de miles de argentinos corren serio peligro. Asimismo otros combatientes de otras nacionalidades que ahí se encuentran, en particular los refugiados políticos chilenos, son victimas de esta persecución, siendo entregados a la junta militar chilena o fusilados en el acto sin que medie ningún tipo de procedimiento legal.

Entre los condenados a muerte se encuentra Mario Muñoz Salas, dirigente obrero revolucionario chileno. El brutal ensañamiento del cual es victima Mario Muñoz debe ser conocido en el mundo entero. Perseguido y condenado a muerte por la junta militar chilena, pesa sobre el hoy día el mismo cargo por parte del reciente gobierno argentino, que dice respetar los convenios internacionales de asilo y los derechos humanos.

A solo 48 horas de las declaraciones demagógicas de la junta argentina, una patrulla militar de gendarmería nacional, compuesta de 30 efectivos armados de guerra, allanaron su casa a las tres de la madrugada (el 25 de marzo). Por error se dirigieron a la casa vecina. En esta, en forma violenta derribaron las puertas, golpeando brutalmente a quienes se encontraban en su interior. Cuando descubrieron su equivocación se dirigieron sin dilaciones a la casa de Mario Muñoz, donde penetraron destrozando su interior, y a golpes sacaron a la calle a su compañera Olga Meneses Ibaseta, a sus cinco hijos y un matrimonio de familiares que también estaba presente. Todos fueron llevados a la vía publica, procediendo los gendarmes de inmediato a interrogar a las mujeres y a los niños por el paradero de su padre, mientras otros militares golpeaban sin piedad al otro miembro de la familia. Cumplido el interrogatorio en contra de los niños, los cuales fueron maltratados y golpeados salvajemente, lo cual produjo una reacción de todos los vecinos frente a la terrible escena de llantos y gritos. Los militares intentaron arrebatar de los brazos de su madre al mas pequeño de los niños, un bebe de dos meses (nacido en Argentina), para utilizarlo de rehén. Frente a la oposición valerosa, firme y decidida de la madre que replico que, aun llevandose a todos sus hijos, de su boca no sadría ni una sola palabra que comprometiera la vida de su compañero, y la indignación de todos los presentes, la patrulla debió retirarse. No sin antes comunicar a la compañera del perseguido que este era un peligroso extremista en Chile y también en Argentina; que la orden que tenían era fusilarlo en el acto y en el lugar donde fuera encontrado. Cumplida esta misión, dejaron una custodia de civil en la casa vecina.

La persecución de Mario Muñoz continua en toda la provincia de San Juan, la cual se encuentra acordonada. Los transportes interprovinciales son detenidos y allanados continuamente en su búsqueda.

Salvar su vida es un deber: Mario Muñoz Salas de 36 anos, obrero minero. Ya a los 14 años su padre lo llevó a trabajar a la mina junto con el; desde muy joven estuvo ligado a las luchas de sus hermanos de clase contra los monopolios yankis de los minerales del norte chileno. Fundador y formador del Sindicato Interprovincial de Obreros “Pirquineros” de Aconcagua, Valparaíso y Santiago. Luchador incansable, conocido y respetado por todos los obreros chilenos, ya fue en ese entonces perseguido por los gobiernos chilenos a servicio de los explotadores. El reconocimiento de sus hermanos de clase durante el gobierno de Salvador Allende lo elevó a dirigente nacional de los Consejos Regionales Mineros. Dirigió sin tregua la formación de los Cordones Industriales de obreros, mineros y campesinos de Aconcagua y Valparaíso frente a la movilización fascista. Fue dirigente del Comité Regional de Aconcagua norte del Partido Socialista de Chile, hasta poco antes del golpe sangriento de Pinochet. Poco antes del golpe tuvo una entrevista con el presidente Allende, en calidad de dirigente nacional de los Consejos Regionales Mineros, asegurandole la defensa incondicional del gobierno, por parte de los mineros, en caso de golpe. Pero preguntandole asimismo hasta cuando iba a continuar el descargando sobre las espaldas de los trabajadores todo el peso de la crisis económica par la que atravesaba el país.

En su exilio argentino ha sido el único organizador de los cientos de miles de obreros y campesinos chilenos que cruzaron los Andes a pie, huyendo del horror y la traición. Por este delito la junta militar argentina lo condena a muerte.

Para el y todos los demás organizadores revolucionarios existen hoy en el interior de Argentina “estadios nacionales” para cada provincia; la tortura y la masacre son en gran escala, hoy los presos deben sobrepasar con holgura los 100.000. Los refugios de las Naciones Unidas son allanados tres veces por semana.

Mario Muñoz y su familia han buscado la protección de la ONU. Pero este organismo no ha podido hacerse responsable por su vida y se encuentra en calidad de refugiado transitorio, es decir que si hay oposición del gobierno al refugio, este no seria valido. La ONU tampoco se hace cargo de los propios familiares perseguidos y les exigen documentos legales que jamas les serán entregados por los gobiernos argentino y chileno.

Solamente la solidaridad obrera internacional puede salvar la vida de Mario Muñoz Salas y su familia. Hay que lograr el respeto de los derechos humanos por parte del gobierno argentino. ¡No es posible perder un minuto más para salvar la vida de Mario Muñoz! Es tarea urgente de los partidos y las organizaciones de la clase obrera de llevar adelante una poderosa campana internacional de presión sobre la junta militar argentina y las Naciones Unidas, que asegure el respeto ala libertad y a la vida de este dirigente ejemplar del proletariado chileno y de su familia.

EL COMITE DE DEFENSA DE LOS PRISIONEROS OBREROS Y MARINOS EN CHILE