La carta del MICR 

EN DEFENSA DEL PROGRAMA TROTSKISTA

[Copiado de http://www.bolshevik.org/espanol/TB/BOLETIN_TROTSKISTA_N3_imirc.html ]

Introducción

Por el Trotskismo

La contestación del IBT

Movimiento para una Internacional Revolucionaria Comunista

Londres, Inglaterra

2 de Abril 1987

Queridos Camaradas:

Nosotros hemos estado esperando por el arribo de sus periódicos para comparar la versión final del documento de la fusión con la que nos dieron los camaradas D. y U. cuando ellos estaban en Gran Bretaña. Sin embargo, ustedes tampoco nos han mandado la última copia de 1917, o esta se ha extraviado en el correo. Nosotros decimos esto porque sabemos por el camarada M que ha estado saliendo una nueva edición de la revista. Sabemos también que en esa revista ustedes nos caracterizan como centristas. Naturalmente que ustedes tienen derecho a dar vuestra opinión y nosotros no nos sentimos heridos ni contrariados, en la forma de los centristas reales, cuando los grupos que nosotros caracterizaríamos como sectarios aplican el cargo de centristas contra nosotros. Sin embargo, nosotros hubiéramos pensado que dado el tiempo y el dinero invertido en discusiones con vuestras tendencias, ustedes pudieron habernos permitido actualmente saber que esta fue vuestra bien fundamentada caracterización de nosotros. Que nosotros estemos en guardia, ustedes no lo justifican en vuestra revista, como no sea en un apartado donde se hace una referencia pasiva a nuestro apoyo al IRA. Esta no es una forma de comenzar la conducción de una discusión entre camaradas. Esto tiene el sabor barato del llamado método de polémica, típico de los espartaquistas. No concuerda con nosotros el hecho de que ustedes estén emulando con los métodos de sus parientes políticos, pero esto es lo que menos nos sorprende. Esta carta es una respuesta a vuestro proyecto de fusión de documentos, los cuales ustedes nos dieron en Londres (la página 13 de la plataforma de fusión fue, como le informamos en ese momento, omitida de estos documentos). Nosotros les rogamos que nos envíen una copia de la de 1917 tan pronto como les sea posible, y que ustedes desplieguen un mayor grado de seriedad y principios en sus tratos con nosotros como han hecho con anterioridad respondiendo políticamente a esta misiva.

Por sobre todo, nuestra visión es que las políticas de la Tendencia Bolchevique están basadas en métodos sectarios heredados de la Liga Espartaco [LE]. El aspecto más grotesco del espartaquismo ha sido eliminado de sus políticas, pero en las cuestiones claves tales como Irán y Polonia no hay diferencias fundamentales entre sus políticas y las de L.E. Publicada vuestra crítica sobre el espartaquismo, está por completo relacionada con la cuestión del régimen. Ustedes tienen amplias críticas de los métodos organizacionales de L.E. y de Robertson en particular, pero ustedes no reexaminan críticamente las bases políticas del culto de Robertson. La cuestión del régimen es, como ustedes saben, una cuestión política, pero esto es así en el sentido de que los regímenes son el producto de políticas definidas, de programas definidos. Programas corrompidos de generaciones, de regímenes corrompidos también. Ustedes se acercan a la cuestión del régimen en la medida en que existió separadamente del programa de la L.E., hasta algunos puntos no especificados en los últimos años de la década de los años 70 o los primeros del 80, cuando Robertson salió del control. Estas políticas espartaquistas están manifiestas en los documentos de posición que ustedes nos han dado.

La plataforma de fusión. [Táctica Sindical]

Vuestra plataforma de fusión manifiesta un método sectario sobre todos los temas claves con que tratamos.

Con respecto a la cuestión sindical ustedes escriben: “Nuestra estrategia es arraigar el programa comunista en las clases trabajadoras a través de fracciones programáticamente basados en los sindicatos.”.

Esto puede solamente significar que ustedes favorezcan la construcción de fracciones comunistas en los sindicatos para la exclusión de cualquiera otra forma de organización dentro de los sindicatos. Esto implícitamente rechaza la idea de que sea posible hacer organizaciones de base de frente unido, en otras palabras, esto rechaza el método de un frente único laboral dentro de los sindicatos desarrollados por el Comintern Revolucionario en los primeros años de la década del `20. Esta interpretación de vuestra posición fue confirmada a nosotros por el camarada D. durante las discusiones sobre las cuestiones del sindicalismo, cuando él, explícitamente, rechazó la idea del movimiento de bases antiburocráticas en el país, que en las condiciones actuales tales movimientos inevitablemente caerían bajo la dirección de los burócratas de izquierda y por ende, se convertirían en un obstáculo para la construcción del partido. Este fatalismo actualmente conduce a la pasividad. El temor a la confrontación con los burócratas de izquierda descansa en su rechazo a apoyar un frente unido organizado, un movimiento de base con ellos, y más importante aún, sus defensores. De paso, estamos a favor de la construcción de fracciones comunistas, pero nosotros no los contraponemos con los cuerpos del frente unido. Tales cuerpos pueden emerger como resultado de las contradicciones entre los intereses materiales de las bases y los de la burocracia. Los trabajadores pueden ser lanzados a una batalla contra sus oficiales sin convertirse automáticamente en comunistas elegibles como miembros de la fracción comunista. ¿Nosotros ignoramos a tales trabajadores hasta tanto no se conviertan en comunistas o nosotros los organizamos sobre las bases de sus primeros pasos por una alternativa hacia la burocracia reformista?. El movimiento de base es el puente entre estos trabajadores y la fracción comunista. Esto es particularmente necesario donde los comunistas son una minoría en los sindicatos, sin embargo, si el movimiento de base sirve exitosamente como un puente es algo que se decidirá en la batalla. De paso, hay riesgo de que los burócratas de izquierda sean los que dominen, pero el potencial de tales movimientos esta lejos de sopesar los riesgos. Es este contenido potencial en cada golpe el punto de partida para los comunistas, los cuales quieren en estos momentos intervenir en la expansión de la influencia de las ideas revolucionarias entre las bases. Nosotros no podemos abstenernos en esta batalla hasta que no se nos especifique que la fuerza de la burocracia de izquierda ha menguado. Para hacer esto, habría que abstraerse de las batallas por la dirección. La Tendencia Bolchevique (TB)) es una pequeña organización. Votar ella misma por fracciones comunistas en los sindicatos es condenarse a sí misma al aislamiento de las grandes masas de trabajadores de EEUU. Esto es abandonar el método del Comintern como esquema del PC británico en el IV Congreso:

“Hasta donde concierne a los británicos, nosotros vemos claramente que sería desastroso si dentro de la organización del partido hubiera fuerzas solamente sin sus pequeños núcleos del partido. El auxilio tiene que originar la creación de un movimiento sindical de oposición más numeroso”.

Congreso Sindical de la International Comunista (IC) Abridged Report–CPGB [Communist Party of Great Britain] p. 226

En lugar del puente del movimiento de bases, ustedes colocan el ultimatum de la fracción comunista. Ustedes contraponen los dos en una forma totalmente enajenada a la comprensión revolucionaria de las relaciones entre el partido y los cuerpos del frente unido. En realidad ustedes usan métodos de programa máximo y mínimo en lugar de los métodos de programas transicionales. Ustedes declaran que en los sindicatos, nuestros camaradas lucharán por los principios básicos del sindicalismo, “tradiciones militantes de la solidaridad de clases” por una parte, mientras que por otra, ellos ganarán al pueblo bajo la frase “Una visión del mundo que trascienda la militancia parroquial de las unidades de producción ” ¿Cómo? Parece que ustedes están en contra del puente organizacional que una a los dos. No tiene Uds. mucha claridad de cómo lucharían en la práctica por las demandas transicionales como opositores de los principios del sindicalismo. El programa de Trotsky de 1938 aventaja al llamado programa de las organizaciones militantes independientes, como cuerpos capaces de luchar por demandas transicionales. En otras palabras, los cuerpos ampliados en su composición pudieran ser fracciones comunistas. Cuerpos en los cuales la aceptación del programa comunista en su totalidad no resulta un ultimatum, sino más bien algo con lo que el programa comunista podría ser más fructífero para la lucha. Nosotros no vemos diferencias reales entre vuestra posición en los sindicatos y la posición de la L.E.. De paso, diferencias tácticas deben existir, pero sobre el asunto fundamental del frente unido ustedes comparten su posición. Ustedes rechazan la creación de un movimiento de frente unido en favor de hechos únicos como consecuencia del frente unido (el mínimo) y la fracción comunista (el máximo).

El Conflicto de las Islas Falklands / Malvinas

Nosotros, más tarde, trataremos en detalle vuestra posición en la cuestión nacional en relación con vuestro documento. Sin embargo, vuestra plataforma de fusión revela la forma en que el sectarismo ha obligado a romper con las posiciones leninistas relacionadas con la lucha de las naciones oprimidas. Aplaudiendo la Tendencia Espartaquista Internacional (TEI), se niegan a tomar partido en 1982 cuando el imperialismo británico luchó con el ejército de la Argentina semicolonial en la Guerra de las Malvinas. Ustedes argumentan:

“Sin embargo los leninistas no pueden determinar automáticamente su posición con respecto a una guerra entre dos regímenes burgueses por su nivel relativo de desarrollo (o subdesarrollo). En la escuálida guerra de las Malvinas / Falklands, en 1982, donde la defensa de la soberanía Argentina nunca peligró, los leninistas llaman a los trabajadores británicos y los argentinos, de ” dar vuelta las armas- por el derrotismo revolucionario de ambas partes”.

Los verdaderos leninistas no hubieran argumentado tal posición en lo absoluto. Nosotros no determinamos nuestra posición sobre la base del nivel de desarrollo de países particulares. Esto es del todo una falsa forma de abordar la cuestión. Nosotros determinamos nuestra posición con respecto a la guerra entre estados capitalistas sobre la base de la caracterización de la naturaleza precisa de estos estados, ya sean naciones opresoras imperialistas o naciones imperializadas y oprimidas. No hay dudas de que Argentina, a pesar de su nivel de desarrollo, en comparación con otros países semicoloniales, está imperializada, es decir, dominada por el imperialismo. ¿Ustedes niegan esto?. Si es así, por favor, saquen a la vista pública la información económica que pruebe que Argentina ha hecho la transición de país semicolonial a nación imperialista. Por otra parte, no hay duda de que Gran Bretaña es una nación imperialista y que ésta participó en la guerra para ejercer la dominación imperialista sobre América Latina, un resultado de la guerra, siendo una enorme base militar Anglo-estadounidense en la puerta de paso de Argentina y Chile. En tal situación los comunistas están obligados a defender al país semicolonial, independientemente de la naturaleza o el motivo del régimen imperante en dicho país. No hay diferencia en lo absoluto entre el caso de Etiopía, al cual ustedes se refieren ratificándolo, y Argentina. El principio que encabezó Trotsky para que Etiopía resistiera contra el imperialismo italiano en la década de los años 30 es el mismo que nos guió para el caso de Argentina. Más aún, vuestra afirmación de que la soberanía Argentina no estaba en peligro está seriamente errada. Su soberanía sobre estas islas- robadas a Argentina por Gran Bretaña estuvo en juego. La guerra para la reclamación de estas islas –no obstante los motivos de Galtieri– fue una guerra justa. El leninismo es completamente claro en sus asuntos. En el caso de una guerra justa, la apoya por la parte cuya victoria sería un golpe al imperialismo, pero no está realmente justificado. Esto es obligatorio para los comunistas. La necesaria ayuda del defensismo en Gran Bretaña fue apoyada por Argentina. Llevando a cabo esta política, nosotros estamos siguiendo exactamente la metodología elaborada por Trotsky en relación con Etiopía, pero también, mas pertinentemente, la que él utilizó en relación con Brasil cuando se presumió el peligro de guerra entre Brasil y Gran Bretaña. Él argumentó que a pesar del régimen reaccionario de Brasil, una victoria de éste contra el imperialismo británico, resultado por el que cada comunista debe trabajar y poner sus esperanzas. ¿Camaradas, como es que sobre la tierra ustedes conforman su miserable abstencionismo sin ninguna de las enseñanzas de Trotsky? Cítennos vuestras referencias.

Inmigración y Emigración

Sobre inmigración y emigración vuestra posición es potencialmente reaccionaria. En circunstancias particulares, vuestra posición ante el lema “fronteras abiertas” pudiera conducirlos a una posición social chauvinista. En sus planteamientos iniciales la Tendencia Bolchevique (TB)) justificó su posición sobre la base de que existía el peligro real de flujo de población de un país (no especificado) en otro (tampoco especificado). Esta posición es una fantasía, una fantasía racista basada en la idea de que afuera hay millones de extranjeros precisamente esperando inundar “nuestro” país. No hay justificación para vuestro rechazo al lema “fronteras abiertas” en vuestra plataforma. ¿Esto indica que la Tendencia Bolchevique (TB) y los pioneros de la Tendencia Izquierdista del Trotskismo (TIT) están de acuerdo con este lema reaccionario, ellos todavía aceptan la fantasía racista establecida. La norma con la inmigración es para que la gente de las semicolonias entre en los países imperialistas que los dominan como se ha dicho históricamente, en investigaciones del trabajo, por ejemplo la entrada de pakistaníes e indios en Gran Bretaña, la entrada de mexicanos en Estados Unidos, de africanos del norte en Francia, o de turcos en Alemania Occidental. Seguramente ustedes no negarían que estos ejemplos son la norma y nos dicen mucho con respecto a las relaciones entre los países imperialistas y la semicolonia. Mientras nosotros no advoquemos por la inmigración / emigración en masa como una respuesta a la moliente pobreza sufrida por las masas en las semicolonias, nosotros no daremos al imperialismo rienda suelta en el control de los trabajadores para satisfacer sus necesidades. Tomamos como nuestro, el punto de partida en estas cuestiones el hecho de que los países imperialistas controlan la inmigración ampliamente reaccionaria, manera racista. Los controles de inmigración puestos por los países imperialistas son racistas y nosotros nos oponemos a ellos. Nosotros contraponemos para el control de la inmigración, los derechos democráticos por el movimiento libre de los obreros a través de todos los países. Ustedes rechazan su posición democrática básica en favor de la posición maximalista de que “revolución socialista mundial – no emigraciones en masa” es la respuesta para el pueblo de las semicolonias. Pero camaradas, tal como dicen los británicos, “fine words butter no parsnips”. Ya que cuando los comunistas plantean como respuesta inmediata para luchar un aspecto particular de la política imperialista – los controles racistas de inmigración- la revolución,. una vez más ustedes ponen de manifiesto el abismo entre vuestros métodos y los del Programa Transicional. Nosotros tenemos demandas democráticas y transicionales con respecto a esta cuestión que puede ayudar a sumarnos a la revolución socialista mundial. Uno de ello es la oposición a todos los controles de inmigración. los cuales significan apoyar las fronteras abiertas.

Ustedes tratan de cubrir el contenido reaccionario –y potencialmente chauvinista– de su rechazo al lema “fronteras abiertas”, con la declaración de que ustedes están por “los derechos individuales” de las personas a emigración / inmigración. Esto solamente muestra confusión sobre la cuestión. ¿Cómo son individuales, quizás unos cuantos de ellos actúen simultáneamente y provengan del mismo país, y queriendo entrar en Éste para ejercer su derecho si no hay fronteras abiertas, si los estados imperialistas ponen ataduras, controles racistas sobre el movimiento de la población? Ustedes necesitan ser claros, camaradas, porque en estos momentos vuestra posición es profundamente confusa. Si ustedes están contra el lema de “fronteras abiertas”, digan por qué y digan qué forma de controles de inmigración ustedes prefieren para conservar cerradas las fronteras. ¿Si no les favorece ningún control de inmigración (los cuales hasta el momento serían necesariamente impuestos por los estados capitalistas) cómo ustedes conjugan los mismos con su rechazo a los derechos democráticos por el libre movimiento laboral? Para evitar la trampa del chauvinismo social, camaradas, ustedes tendrán que echar mercancías al mar conjuntamente con esta pieza particular de equipaje traído con ustedes de SL.

Nuestra posición con respecto a las mujeres y las cuestiones de los negros tanto en el diseño de la plataforma de fusión como en el articulado por los camaradas que estaban en Gran Bretaña muestran la misma negligencia para los métodos del frente unido así como vuestra posición en las cuestiones de los sindicatos, y por tanto, pudieran aplicarse las mismas críticas.

Partidos Obreros Reformistas y del Frente Popular

En vuestra posición de apoyo crítico por los trabajadores reformistas aparecen el oportunismo y el abstencionismo sectario. Ustedes buscan evadir por completo un planteamiento de cuando ustedes considerarían votar por un partido obrero reformista. Esta omisión indica justamente lo incompleto de vuestra plataforma política y también lo poco que tienen ustedes que decir acerca del reformismo. Sin embargo, dado que ustedes tampoco expresan una posición en las cuestiones del partido laboral esto nos lleva a concluir que ustedes no tienen tácticas serias encaminadas al reformismo. Todo lo que tienen ustedes en este asunto es un punto sectario de honor de que ustedes no votarán por los reformistas, los cuales participan en un frente popular. Esta posición, negativa por si misma, es un resquebrajamiento, ignorando la táctica de Trotsky, en Francia, de patear a la burguesía del frente popular, no simplemente desmembrándola y dejando a las masas a merced del Frente Popular. Previo a los hechos de Francia en 1936, Trotsky se había pronunciado en apoyo crítico por el Partido Social Democrático de Bélgica, PDSB, alrededor del lema, PDSB al poder, a pesar de las intenciones de las declaraciones del partido del gobierno en coalición con la monarquía. El apoyo crítico en estas circunstancias estuvo unido al lema Romper con la burguesía.

Vuestro error oportunista en el asunto del reformismo está tomando cuerpo en vuestras sugerencias de que de algún modo un partido reformista sólo en el gobierno es cualitativamente diferente a un partido reformista en una coalición del frente popular. Ustedes escriben: “Un miembro de un partido obrero reformista que se pronuncia en la boleta de elección por una coalición colaboracionista de clase (o frente popular) está en realidad fungiendo como un representante de una formación política burguesa”

Camaradas, ni siquiera si un miembro de un partido reformista se pronuncia en su boleta por la creación de un gobierno puramente social demócrata, ellos descansan en representantes de una formación burguesa, un partido obrero-burgués. La social democracia en la oficina es igual a un gobierno burgués. Vuestra distinción implica que el fundamento de los revolucionarios pidiendo el apoyo crítico electoral para los reformistas es hacerlo con el programa que ellos proclaman.

Este no es el caso. Tanto Trotsky como Lenin dejaron en claro que el único propósito de los revolucionarios clamando por un voto por los reformistas, fue que si ellos tienen el apoyo de las masas, tienen que ser puestos en las oficinas. Esta táctica puede ser aplicada si el partido reformista es o no un bloque abierto (Frente Popular) o conciliador (Gobierno Democrático Social) con la burguesía. Los criterios decisivos son las relaciones del partido con las masas. Nosotros no disfrazamos la realidad al votar por los reformistas. Hay circunstancias en que el apoyo crítico sería inapropiado -donde la social democracia estaba en conflicto con las luchas obreras y fue abiertamente a una votación con el fin de aplastar la lucha, por ejemplo. Pero nosotros no hacemos fetiches ni votamos por los reformistas en la forma en que ustedes lo hacen. Vuestra plataforma nos deja una interrogante sobre este asunto ¿Cuándo considerarían ustedes que deben votar por los reformistas?

  

Continuidad Revolucionaria y la IV Internacional

Nosotros trataremos con vuestra posición con respecto al stalinismo en el caso de Polonia más adelante. El más alto criticismo final que tenemos de vuestra plataforma de fusión concierne a vuestra posición en la IV Internacional [CI]. Nuestra disputa con Uds. no es sobre números. Se refiere a la cuestión si hay o no Cuarta Internacional o una tendencia representante de la continuidad en su período revolucionario. Ustedes creen que hay tal continuidad a través del CI [Comité Internacional de la IV Internacional], la RT [Tendencia Revolucionaria] y la LE. Esta continuidad ahora expresa de por sí en ustedes mismos -los verdaderos continuadores de la LE. Nosotros rechazamos por completo tal posición. La continuidad no es un concepto místico. Si esta existe, entonces nosotros tenemos que ser capaces de localizarla en posiciones adoptadas en la mayoría de los asuntos de las luchas de clases, posiciones expresadas en documentos y programas. Ustedes aceptan que la IV Internacional fue destruida por el pablismo, pero agregan la bandera fue conservada en alto por el CI. Ustedes aceptan que la forma en la cual el Comité Internacional conservó la bandera en alto fue una falta, pero arguyen:

“No obstante, en los análisis finales el impulso del Comité Internacional a resistir la disolución del cuadro de oficiales trotskistas dentro de los partidos stalinistas y social-demócratas (como fue propuesto por Pablo) en defensa de la necesidad del factor conciencia en la historia fue cualitativamente superior al liquidacionismo del SI [Secretariado Internacional de la IV Internacional]”.

Este punto de partida es totalmente falso. El hecho es que a pesar del llamado de Pablo por el entrismo sui generis generalizado, él no propuso la disolución organizacional de la IV Internacional en 1953. El hecho de que él mantuviera organizacionalmente la IV Internacional mientras que sus más fuertes apoyos, como Clarke, Lawrence y otros, la disolvían dentro del stalinismo, mostraría claramente a cualquiera con ojos para ver, que el resultado decisivo era la política, la liquidación programática de la IV Internacional, que estuvo realmente en peligro. De paso, el Comité Internacional no pudo librar una batalla comunista contra la política liquidacionista de Pablo, ya que en todo momento estuvieron de acuerdo con él. En este sentido es difícil saber cuáles Comités Internacionales están actualmente tratando acerca de esta cuestión aquí. Nosotros podemos decir categóricamente que los criticismos de las posiciones de IS en relación con la huelga general francesa y de Alemania Oriental, hechos llevados a discusión por la SWP en su carta abierta de 1953, fue correcto. Nosotros nos hubiéramos favorecido tomando aquellas criticas a cada sección de la IV Internacional, no escapando de la lucha de la forma que lo hizo el Comité Internacional, sobre las instrucciones dadas por el SWP. No obstante las criticas hechas en la carta abierta engloban una alternativa revolucionaria frente al Secretariado Internacional. Ellos no estaban preparados para una apertura. Las criticas fueron rápidamente detenidas al tratar con el revisionismo fundamental, codificado en el Tercer Congreso en 1951, que condujo al colapso de la IV Internacional como un todo dentro del centrismo en aquel congreso. La razón de este fracaso de tratar con las premisas de las posiciones de Pablo sobre Alemania Oriental y Francia fue que todas las secciones del Comité Internacional estuvieron de acuerdo con el contenido de las posiciones revisionistas adoptadas en 1951 sobre Yugoslavia, sobre el stalinismo, etc. Todas las secciones del Comité Internacional habían aportado elementos de aquel revisionismo dentro de sus propios programas y práctica. La restauración inicial del entrismo sui generis en el Partido Laborista Británico. El estaba con Bevan en un bloque corrompido, en la elaboración del periódico centrista Socialist Outlook y arguyendo en Labor Review por una versión del camino parlamentario hacia al socialismo (ver nuestros artículos en la SLL).

Si esto no fue una liquidación de la peor suerte, entonces nosotros no sabemos qué fue. Los franceses deben haber resistido la liquidación dentro del stalinismo en Francia, pero, como el SWP, ellos estuvieron a favor de esto en China. Los franceses argumentaron que los trotskistas chinos eran sectarios, porque ellos fracasaron al disolverse dentro del Partido Comunista Chino Centrista de Mao. A la sazón, la SWP estaba ocupada repitiendo sus errores oportunistas sobre la guerra por no haber insistido en una condena de la guerra de Corea y un llamado por el retiro de las tropas de los Estados Unidos. El defensismo no fue encontrado en las páginas de los militantes en aquel momento. La oposición del Comité Internacional al Secretariado Internacional no fue simplemente resquebrajada. Esta fue totalmente inadecuada, fue puramente para servir los propósitos de una facción y compartió las premisas políticas básicas del liquidacionismo del Secretariado Internacional. Más aún, la “lucha” del Comité Internacional contra el pablismo fue una bella impostura. Después de 1953 reinó el silencio, mientras que a lo lejos, las escenas de Cannon urgían a la reunificación con el Secretariado Internacional. Solamente cuatro años después de 1953 los británicos elaboraron una crítica al pablismo, y ello fue un documento interno con circulación limitada –condenado por la SWP por haber sido publicado en su totalidad. El Comité Internacional operó como un cuerpo completamente federal. Su primera conferencia no fue hasta 1958 y fue uno de los grandes acontecimientos, únicos en la historia, de degenerar el trotskismo. Lo que las posiciones comunes del Comité Internacional desarrollaron fue la corrupción hasta la médula -particularmente llamando a Ho Chi Minh como el gran y glorioso líder de la Revolución Vietnamita y el apoyo no crítico extendido al inconsistente nacionalista Messali Hadj, que decía ser el precursor de un partido proletario en Argelia.

A la luz de esto, nosotros estamos claramente seguros de que el hilo de la continuidad revolucionaria fue definitivamente roto in 1951. En 1953 el Comité Internacional no solamente dejó de ocuparse de restablecer la continuidad. Ellos evitaron una confrontación política con Pablo al impedir el Congreso Mundial. La historia del Comité Internacional es realmente la historia de sus secciones individuales, ya que no existía aún como una tendencia internacional democrático centralista. ¿El RT/LE restablecieron la continuidad? Nosotros pensamos que no. En sus comienzos, esta agrupación estaba muy ocupada en la cuestión de Cuba. Su creencia de que un gobierno pequeño burgués en el poder significaba que el estado no estaba en condiciones de defender las relaciones de propiedad capitalistas era una profunda revisión del marxismo (por una completa crítica de la posición de TR con respecto a Cuba, ver La Revolución Degenerada). También, la TR/LE se identificó completamente con la tradición del Comité Internacional. Hasta hoy, los espartaquistas claman por el documento del SLL (emitido en 1961) “El Prospecto Mundial para el Socialismo”, un documento que repite los errores en los fundamentos de la IV Internacional en la cuestión del stalinismo arguyendo que Tito y Mao, muy parecidos, eran centristas, no stalinistas. Que ninguno de estos stalinistas expresaran ni la más ligera vacilación centrista hacia el marxismo revolucionario no abruma a los teóricos del SLL. Las implicaciones prácticas de la adhesión a esta visión errada del stalinismo condujo al Comité Internacional a continuar su apoyo sin crítica al Partido Comunista de Viet Nam (PCV) y estar junto a Mao durante la revolución cultural. Identificarse con estas políticas, como Robertson hizo en 1966 significa la incorporación del error dentro de vuestras propias políticas. Y las implicaciones prácticas de estas políticas por TEI fueron eventualmente manifestadas en la grosera stalinofilia mostrada sobre Afganistán cuando surgió el lema “Bienvenido el Ejército Rojo” -un explícito abandono de la misión del proletariado revolucionario a la burocracia stalinista. Hay un continuidad entre los fragmentos degenerados de hoy de la IV Internacional y 1951. Esta es la continuidad del centrismo –puesta la misma de manifiesto en formas sectarias u oportunistas.

Para nosotros, una Internacional Revolucionaria tiene que ser refundada en un nuevo programa revolucionario, que se base en el programa transicional de 1938. Tal Internacional no puede ser refundada sobre la base de los errores centristas que dan al traste con las tradiciones del Secretariado Internacional y del Comité Internacional. Ni puede ésta ser refundada sobre las base de aquellos fragmentos que parecían “la Edad de Oro” ni a partir de ninguna de las dos corrientes mayores.

La cuestión nacional

Vuestra visión de la cuestión nacional, particularmente con Irlanda del Norte y Palestina, es abstracta. La misma no parte del conflicto entre la lucha nacional revolucionaria de los oprimidos y el imperialismo, o sus agentes, con la afirmación unilateral de que el marxismo y el nacionalismo son visiones contrapuestas del mundo. En el nivel de la estrategia –de metas– y por tanto, en el nivel de ideología política y de programa esto es cierto, pero no puede ser trasladado dentro de las tácticas como una abstención virtual a involucrarse en las luchas nacionales progresivas. Las luchas nacionales progresivas son aquellas contra la opresión y la explotación del imperialismo. La dialéctica de las luchas nacionales en la época imperialista son suficientes y el hecho de que los marxistas estén obligatoriamente unidos al apoyo y participen en las luchas de los nacionalistas en ciertas circunstancias (y no solamente de defenderlos contra el imperialismo como ustedes dicen), son dejadas a un lado teniendo en cuenta vuestros análisis. Así, ustedes se acercan a la lucha nacional (Irlanda del Norte y Palestina), como lo principal que les concierne, con el objeto de distanciarse ustedes mismos del nacionalismo de los oprimidos. Nos parece que el propósito de esto está basado en la idea de que la llave para la victoria revolucionaria en lugares como Irlanda del Norte, Palestina/Israel y África del Sur, es ganar a la sección más privilegiada del proletariado en cada uno de los países. ¿Qué pudo haber conducido a la Tendencia Bolchevique en vuestras revistas “1917”, declarar que la cuestión blanca era la “llave” en la revolución de África del Sur? Así la preocupación con los privilegiados es un punto de partida equivocado en la aproximación de la lucha nacional contra el imperialismo. Nuestro punto de partida es el leninismo tradicional, lo cual no es una simple contraposición del nacionalismo de los oprimidos al marxismo, pero establece inequívocamente:

“El nacionalismo burgués de cualquier nación oprimida tiene un contenido democrático general que está directamente contra la opresión, y esto es el contenido que nosotros incondicionalmente apoyamos”

– Lenin

Y en las Tesis del Comité sobre la Cuestión de Oriente, adoptadas en 1922, donde las misiones de los comunistas en los países opresores están especificadas claramente. Ellos pueden estar agrupados en una palabra -solidaridad. A pesar del hecho de que los métodos de los nacionalistas no son los mismos que los de los comunistas, el Comintern, muy distintamente a la Tendencia Bolchevique, no creyó necesario hacer énfasis en la necesidad de condenar como “criminales” ( vuestras tesis en la cuestión nacional) o como “actos de cobardía”, acciones terroristas preparadas por luchadores nacionalistas en los documentos principales de esta materia.

Vuestras tesis arguyen que hay diferencias entre los días de Lenin y los actuales, lo que nos obliga a alejarnos de su posición en la cuestión nacional. Ustedes citan el hecho de que “la “burguesía de los antimperialistas” juega un “papel reaccionario en incremento”. De aquí que nosotros no podemos extender el apoyo a todos los movimientos nacionales contra el imperialismo. Vuestra posición con respecto a Irán y vuestro rechazo al apoyo del movimiento anti-Shah conducido por los mullahs es el fruto de su abandono del leninismo. Ustedes permanecen neutrales en este aspecto (y en la Guerra de las Malvinas) en un conflicto real entre un movimiento nacional de una nación oprimida y sus opresores (¿Quien puede negar que el Shah fue el fiel sirviente del imperialismo en Irán?). Los leninistas apoyan la lucha contra el imperialismo a pesar del papel reaccionario de la “burguesía antimperialista”. En realidad este papel no es algo que ellos hayan adquirido recientemente. Fue definitivamente revelado por la masacre de comunistas por Ataturk en Turquía a principios de la década de los años `20 y la masacre de Chiang Kai Shek contra la clase trabajadora en China en 1927.

Lenin fue cauto ante el primer ejemplo, Trotsky ante los dos. Todavía ninguno de ellos había cambiado su posición con respecto a la cuestión nacional. Ellos se aproximaron a la cuestión dialécticamente y con sus ojos muy abiertos. Ellos no se hicieron ilusiones con respecto a los líderes de la burguesía nacional así como nosotros tampoco nos hacemos ilusiones con respecto a Khomeini o Arafat, los sandinistas o los Sinn Fein. Y por tanto cuando estos líderes fueron puestos contra el imperialismo, nosotros simplemente no nos declaramos neutrales. Nosotros nos pusimos del lado de la lucha utilizando la táctica del Frente Unico Antiimperialista, nosotros tratamos de desvirtuar la dirección de la lucha nacional a partir de los líderes nacionalistas para dirigir la batalla hacia las misiones de la Revolución Permanente. Esto no tiene nada en común con la teoría del doble escenario menchevique de la Revolución. Esto tiene que ver con la lucha para superar las ilusiones de las masas en la democracia burguesa, en particular en burguesías o pequeñas burguesías nacionalistas. Contraponiendo el marxismo con la Revolución Socialista Mundial, en resumen, es no sustituir las tácticas desarrolladas por Lenin, el Comintern Revolucionario y Trotsky a pesar de la creación a lo largo y ancho, de semicolonias en lugar de colonias, el principio fundamental de la posición de Lenin es válida. En particular la demanda por la auto- determinación mantiene su validez. Como en la mayoría de las cuestiones, vuestra posición mantiene un firme contraste con la de Trotsky. El no tuvo ninguno de vuestros temores sectarios en la cuestión nacional ni en los movimientos nacionales.

Pueblos interpenetrados.

Ustedes arguyen que la existencia de los pueblos interpenetrados justifican el echar mercancías en el mar de las demandas democráticas por la autodeterminación, o al menos, complica tales demandas. En particular ustedes ejercen el derecho de autodeterminación condicional ejercido en una forma socialista. Así ustedes arguyen en una forma maximalista, que “la cuestión nacional en la mayoría de los casos no puede ser resuelta fuera del esquema de la revolución internacional”. Este rechazo a defender el derecho de autodeterminación de las naciones oprimidas en los lugares en que los pueblos se mezclan es reminiscente a la posición de Bauer y los Austro-Marxistas. Como estos reformistas, ustedes están frustrados por la situación que el imperialismo ha traído al respecto, incapaces de soltar las riendas nacionales, adoptan una plaga que se acerca a sus casas. La razón de este maximalismo es porque para ustedes el punto de apertura en el caso de los pueblos mezclados existe el eterno peligro de que la autodeterminación conducirá a revertir la opresión. Temerosos de este resultado de la lucha nacional- y nosotros admitimos que es una salida potencial de ciertas luchas nacionales, aunque tenemos diferentes medios para evitar este peligro- ustedes terminan abandonando por completo el uso revolucionario de las demandas democráticas. Los pueblos interpenetrados no existen en el vacío, ellos no son accidentes históricos, sino producto del imperialismo, y sirven a propósitos muy definidos por este. La existencia de este fenómeno es tan vieja como el imperialismo mismo, encontrando una temprana expresión en los Balcanes. La balcanización es el proceso por el cual los pueblos se mezclan dentro de las fronteras de un estado específico. Al aproximarnos a tales situaciones, sin embargo, nosotros no partimos de una especulación acerca de las posibilidades de la reversión futura de la opresión, pero con los hechos concretos, como si un pueblo dado fuera oprimido por el imperialismo, si un pueblo está oprimiendo a otro en favor del imperialismo o, y esto ocurrió en los Balcanes y está ocurriendo a en muchos países, como en Chipre y partes de África, por ejemplo, si los pueblos están comprometidos con la opresión de otros, dependientes de un balance militar y político específico de fuerzas. Estas son la cuestiones decisivas que necesitan ser tratadas en los casos de pueblos mezclados. Ustedes ni tienen en cuenta tales cuestiones. Ustedes están meramente interesados en seleccionar una serie de ejemplos y usarlos como justificaciones para vuestro rechazo a la autodeterminación. Ustedes están ciegos ante el hecho de que la autodeterminación puede ser un medio para resolver estos ejemplos de la cuestión nacional, prefiriendo, en lugar de plantar vuestra bandera en el mástil de aquellos pueblos, en Irlanda y Palestina -sobre lo cual tratan vuestras tesis- los cuales están perpetrando la opresión de otros pueblos en favor del imperialismo. Esto es lo que se llama un rechazo a utilizar el lema democrático de autodeterminación para el progreso en ambos casos. El papel actual de los protestantes en el norte de Irlanda o secciones de la población judía en Israel y no el temor de una opresión inversa futura es lo primero que concierne a los revolucionarios de hoy y da la justificación para el llamado por la autodeterminación donde el imperialismo está negando los derechos a una nacionalidad (la irlandesa o la palestina). Al equivocarse en el derecho a la nacionalidad del pueblo irlandés como un todo o del pueblo palestino es repetir los errores que Lenin criticó desde 1914. Al abandonar el llamado a la autodeterminación, o como ustedes hacen, elaborarlos condicionados a los logros del socialismo “donde las minorías oprimidas tienen que ser enteramente protegidas en el seno de la Federación Socialista” es dar un peligroso paso hacia la economía imperialista. Una vez más nosotros encontramos muchos cierres a la metodología desarrollada por Trostky sobre esta cuestión. Lejos de desesperarse ante el problema de la cuestión nacional en el caso de los pueblos mezclados, Trotsky fue capaz de identificar el carácter progresivo y reaccionario del nacionalismo de los pueblos particulares mezclados y distinguir entre los dos. Estamos haciendo referencia al caso de España. Trotsky estaba totalmente en lo cierto en la diferencia entre el nacionalismo catalán y el nacionalismo Español. El no partió de la abstracción de que ambos vivieran dentro del mismo estado -España. El partió del estado actual de lucha y trató de identificarse con el nacionalismo, lo que fue un factor progresivo en aquella lucha. Así , escribió:

“En el actual estadio de desarrollo, con las combinaciones existentes de fuerzas de clases, el nacionalismo catalán es un factor revolucionario progresivo, el nacionalismo español es un factor imperialista reaccionario. Los comunistas españoles, los cuales no comprenden esta diferencia, la ignoran, no avanzan al frente, pero contrariamente oculta su significación el riesgo de convertirse en un agente inconsciente de la burguesía española y estar perdidos en la causa de la revolución proletaria”.

–Trotsky, [The Spanish Revolution (1931-39)], p. 110

Por las mismos camaradas señalados, vuestra insuficiencia para reconocer el carácter progresivo del nacionalismo palestino en relación con el estado sionista y el nacionalismo irlandés en relación con el de Gran Bretaña / Estado de Orange los deja expuestos al mismo riesgo.

En las luchas nacionales, la dirección de las clases trabajadoras solamente puede prevenir la revolución en las semicolonias, siendo vacilante tras las huellas de la burguesía nacional, pequeñas burguesías nacionales o , verdaderamente estalinista.

Cada dirección puede solamente prevenir el peligro de la opresión inversa desde afuera. Para lograr tal dirección nosotros adelantamos un programa transicional adicional de demandas de clases, que no se contrapone a la demanda de autodeterminación en los casos donde la nacionalidad es negada a una nacionalidad oprimida. En otras palabras, nosotros aspiramos a ganar aquellos trabajadores corrientemente en bloque con el imperialismo o sus agentes- como la clase protestante en el norte de Irlanda o los trabajadores judíos en Palestina/Israel- para apoyar el derecho a la autodeterminación de aquellos cuyas opresiones nacionales generalmente está en complicidad. Ganar ellos tales demandas significa decisivamente un rompimiento de ellos desde su propia burguesía. Engarzando sus bases para tal demanda a su propia lucha de clase sobre la base de demandas transicionales pueden crear las condiciones para una salida socialista revolucionaria a la crisis, tanto Irlanda como Palestina/Israel. Por otra parte si nosotros no podemos eliminar estos privilegios obreros relativa y corrientemente desde su burguesía. en la cuestión de la opresión nacional de un pueblo, si nosotros no podemos ganarle a la democracia consistente, entonces ganar ellos el socialismo será más difícil. Nosotros creemos que una sección- su tamaño no puede ser determinado como ventaja- de la clase obrera protestante y judía puede ser destruida en su propio bloque con la burguesía de sus respectivos países. Pero una defensa resoluta de los oprimidos nacionalmente, un democratismo consistente, combinado con un programa de acción de las clases dirigido, son los significados para alcanzar estos. Si los revolucionarios son solamente la indiferencia en la defensa de los oprimidos entonces los trabajadores relativamente privilegiados son remotos para ser inspirados a tomar su rumbo.

Ustedes no creen nada de esto. Vuestro punto de partida es la abstracción -los pueblos interpenetrados. Ustedes no establecen claramente que existe una diferencia fundamental entre los dos pueblos interpenetrados, Irlanda y Palestina/Israel. Por un lado de la división hay un pueblo oprimido / comunidad, y por otro están aquellos que ganan algo, y de aquí se alzan para la opresión nacional. Vuestra insuficiencia para partir con esta diferenciación los conduce a sugerir que esta es la lucha de los oprimidos por los derechos nacionales, su nacionalismo, que bloquea el camino al socialismo por lograrse en el camino de las clases unidas con los trabajadores desde la comunidad opresora/pueblo. La conciencia reaccionaria de los obreros palestinos y irlandés es causada, según ustedes, no por los privilegios materiales que les proporciona el imperialismo para sobornarlos y separarlos de sus hermanos de clase nacionalmente oprimidos, y por las tradiciones profundamente arraigadas de intolerancia que han sido inculcadas dentro de la conciencia de estos trabajadores por sus reglas para justificar la opresión a los palestinos o a los católicos. Para ustedes estas cosas son como la cerveza floja, que ni siquiera garantizan una mención en vuestros planteamientos con respecto a la cuestión nacional. La verdadera razón por la que los trabajadores irlandeses y protestantes se adhieran al orangismo o al sionismo es que ellos son rechazados por el nacionalismo de las clases trabajadoras porque esto obstaculiza la unidad de las clases. De aquí que los trabajadores judíos no puedan ser ganados por la causa Palestina, porque los palestinos no son comunistas, pero las burguesías nacionales dependen de otras burguesías árabes:

“Tal dependencia, complementada con el programa nacionalista y la acción de las OLP, ha socavado a fondo las luchas de clase unidas de judíos y árabes contra el sionismo y los regímenes árabes por dos décadas al menos”.

No solamente ustedes condenan al nacionalismo de la opresión por la Tendencia Izquierdista del Trotskismo (TIT) (reaccionarias) de los obreros protestantes o judíos, ustedes igualan el estado sionista con los regímenes árabes. El evidente gendarme del imperialismo en la región se mantenido a flote por miles de dólares de EEUU. está, para ustedes, en una igualdad con las semicolonias árabes. Este fue el punto de vista que guió a los espartaquistas en su vergonzosa neutralidad en las guerras entre los regímenes árabes y el estado sionista, una neutralidad que ustedes ahora defienden. Esto no es otra cosa que una capitulación al sionismo.

El mismo punto de vista que los guió a ustedes a cometer groseros errores sobre el IRA. Ustedes arguyen que acciones del IRA contra civiles “son hechas a favor de las burguesías inglesa y judía.”

Estas reglas ciertamente tienen una perversa forma de expresar su gran Tendencia Izquierdista del Trotskismo (TIT) al IRA por las acciones que este asumió en su favor. Ellos mantienen en prisión, torturan y matan a los miembros del IRA. Decir que las bombas civiles juegan en las manos de la burguesía es una cosa. Decir que esto es a favor de la burguesía es completamente otra cosa. Esto es una imitación burlesca de la verdad. Las bombas civiles -y nosotros asumimos que ustedes se están refiriendo primariamente a las colocadas en Gran Bretaña -son golpes dirigidos erradamente contra el imperialismo.

Dirigidos erradamente, porque están asentados sobre una igualdad del pueblo británico con el estado británico, un error común al nacionalismo. Pero ustedes se proyectan bajo un justificado criticismo de tales acciones. Ustedes apoyan sin reserva la condena al IRA. Para justificar vuestra escandalosa afirmación de que las bombas civiles del IRA son “actos de cobardía”- una cosa es decir, y otra hacer una acusación en contra de una organización, que a pesar de sus errores políticos, ha luchado heroicamente contra los progromistas de Orange y las tropas británicas por años y ganaron el apoyo de las masas como resultado, un vergonzoso insulto a la memoria de luchadores como Bobby Sands y Frankie Hughes, cuyo coraje fue inspiración para los comunistas- ustedes son indulgentes cuando se trata de hacer creer.

Al leer vuestros planteamientos, ustedes pensarán que el problema principal en el Sexto Encuentro fue un IRA infernal, con aplastamiento y despido de trabajadores protestantes ordinarios y lanzando unas cuantas bombas a los trabajadores británicos como buena medida. Este no es el caso. El IRA es siempre altamente culpable de asesinatos sectarios, o sea, el asesinato de protestantes porque son protestantes mayormente, porque ellos son miembros de los cuerpos de seguridad. Los asesinatos sectarios son en toda su extensión la protección de los paramilitares de Orange. Las bombas de IRA, más aún, son contra uno u otro blanco militar o blanco “económico” (tiendas, restaurantes, etc.), un estúpido método pequeño burgués de lucha basado en la idea de que usted pudiera traer la burguesía a sus pies destruyendo sus propiedades). Esta última categoría, bastante menos frecuente ahora tan previamente, fue obstinado y puso en riesgo a civiles. La visión de IRA minimiza tales riesgos y virtualmente siempre emite advertencias. Las bajas civiles fueron casi siempre el resultado de incompetencias en la actuación ante las advertencias por las autoridades. Camaradas, las bajas causadas por los trabajadores británicos y protestantes son pocas comparadas con las causadas por la población anti-unionista. ¿Entonces por qué dirigen el volumen de su fuego a aquellos luchando contra imperialismo, llamando erradas las tácticas criminales -terminología de la prensa burguesa y el estado- mientras que los progromistas de Orange y el estado imperialista, mucho mejor equipados para infligir terror, más que el IRA, librándose claramente en comparación. Nosotros no hemos visto en ustedes el uso de términos como “cobardía” en relación con las bandas de Orange.

Un punto final que deseamos tocar es el uso del lema de la Federación Socialista. Tal parece que ustedes contraponen este en relación con Irlanda, a la demanda de autodeterminación. Vuestro lema para Irlanda es: “Por una República Irlandesa de Trabajadores en el esquema de una Federación Socialista de las Islas Británicas”.

Esto resulta explícitamente contrapuesto al llamado del IRA por una “Irlanda (capitalista) unida”. ¿Vuestras demandas por la federación significan que ustedes se opondrían a la creación de una Irlanda unida porque esto pueda probar la posible superioridad de una revolución socialista a través de las Islas Británicas? Ustedes verdaderamente dan a entender tal cosa por vuestro rechazo a la autodeterminación, como una demanda operativa en el contexto de los pueblos mezclados. ¿Significa esto que una República Judía de Trabajadores depende por su realización de una revolución en Gran Bretaña? Ustedes rechazan esta proposición en todas partes en vuestras tesis todavía vuestro lema operativo pudiera fácilmente implicar esto. La Federación no es algo que pueda ser impuesta o decretada en favor de la forma en que ustedes la empleen. Una república irlandesa de obreros podría cerrar sin que surja una federación inmediatamente. La desconfianza histórica de los irlandeses hacia la “pérfida Albión” es algo que tendrá que ser superado en el esquema de la colaboración voluntaria internacional, asumiendo que Gran Bretaña se ha convertido un estado de trabajadores también, no algo que nosotros colocaríamos como una condición para la república judía de obreros. En Gran Bretaña, al momento de implantarse la independencia judía en términos de una federación sería una trampa en la cuestión nacional, para favorecer el reaccionario nacionalismo británico.

Aún previo a la época imperialista y la brutal partición de Irlanda, Marx observando la cuestión de Irlanda más efectiva y democráticamente que ustedes, expresó:

“La cuestión ahora es la advertencia que nosotros debemos hacer a los trabajadores británicos. De acuerdo con mi parecer ellos tienen que anular la Unión [que aún se aplica al Sexto Encuentro-WP] un artículo de sus pronunciamientos. Esta es lo único legal y por lo tanto, la única forma posible para la emancipación irlandesa, que puede ser incluida en el programa de un partido inglés. La experiencia tiene que mostrar más tarde si una mera unión personal entre los dos pueblos podría continuar.

De Marx a Engels, 1867

Así, nosotros no elaboramos nuestro lema de autodeterminación condicional sobre la base de la creación de una Federación Socialista. Nosotros nos pronunciamos por la autodeterminación del pueblo irlandés como un todo, por una república irlandesa de trabajadores, por una Federación Socialista de Europa. Dicho de otra forma, sería una traición de la población antiunionista perpetrada por el imperialismo en el estado de Irlanda del Norte.

Polonia

Vuestras posiciones con respecto a Polonia y Solidaridad expresadas en vuestro esquema de tesis sobre Solidaridad revelan por lo claro que ustedes han hederado de la ” stalinofobia” de la L.E. La discusión que tuvimos con los camaradas D y U aclaró todas las dudas que pudimos haber tenido sobre este asunto. Distintamente a ustedes, nosotros no pensamos que Solidaridad experimentó un cambio cualitativo cuando este formalmente trazó un programa combinando tales elementos contradictorios como una llamada para la operación más completa en mecanismos de mercado, mayor apertura al mundo del mercado, obreros autodirigidos y una autodirección de la segunda cámara, y un respeto por el orden europeo de post-guerra. Su dirección fue predominantemente confiado a políticas que, objetivamente, habrían fortalecido la rehabilitación capitalista en Polonia. Pero también esto fue confiado al proyecto utópico de alcanzar estos metas a través de un proceso de reforma llevado a cabo en colaboración con el régimen y la Iglesia.

En realidad, los humildes proletarios de Solidaridad previnieron a la organización de convertirse en una fuerza de masas para la restauración capitalista. Nosotros rechazamos la posición de que un movimiento proletario de masas fundamentado pudiera en cualquier momento haberse convertido en el agente de la restauración capitalista. Solidaridad se mantuvo como un movimiento de masas contradictorio y casi siempre confuso en la clase obrera polaca, contra el privilegio burocrático y la represión política. La contradicción entre el humilde proletario y las políticas de la dirección de Solidaridad fue una vez más expresada durante el golpe de los mineros británicos. Los grupos de bases de Solidaridad en los campos de carbón polacos declararon su solidaridad con los mineros británicos y denunciaron la fachada del régimen de Jaruzelsky. Walesa y compañía permanecieron inflexibles a diferencia de esta posición con elogios a Thatcher (aunque estos reportes no dejaban dudas del embellecimiento por parte de la prensa británica).

Se expresaban en los esquemas de los programas de febrero y de septiembre las naturalezas contrarias de las ayudas y de las aspiraciones del movimiento. La idea de que este había de alguna manera enfrentado una transformación cualitativa en septiembre no es más que un pretexto para dirigir su apoyo a los estallidos de la burocracia estalinista. El esquema del programa de Walesa, verdaderamente sugiere que el papel del planeamiento centralizado disminuiría y que el papel del mercado incrementaría las relaciones entre las empresas más independientes -pero entonces, camaradas, eso también hacen los programas de Jaruzelsky y de Gorbachov. Hay un sentido real en los propósitos de Solidaridad en el cual el monopolio de negocios extranjeros sería indeterminado. Pero recordemos que fue Jaruzelsky quien estaba intentando ingresar al FMI antes de su golpe. Los libros de Polonia hubieran estado abiertos al capital financiero internacional, pero no a los trabajadores. Vuestra afirmación de que las invitaciones extendidas a Lane Kirkland e Irving Brown son como pruebas de la naturaleza reaccionaria de Solidaridad es realmente ridícula. Ellos aplauden el método de LE de declarar culpable por asociación a pesar de las circunstancias. El hecho es que Solidaridad tenía ilusiones crónicas y potencialmente tambaleantes en el sindicalismo occidental y una comprensible sospecha de sindicatos estalinistas falsos. La invitación lleva no más que a una expresión de aquellas ilusiones y una bofetada en la cara por las federaciones sindicales stalinistas. Estos dos dignatarios realmente no fueron invitados a Polonia para ser la avanzada de una fuerza imperialista expedicionaria con tendencia a la restauración el capitalismo en Polonia.

Nosotros hacemos particular excepción a vuestros presumidos planteamientos de que los lemas de “elecciones libres” y ” sindicatos libres”, voceados por los propios trabajadores, son los “lemas transicionales del imperialismo contra la revolución”. Aquí ustedes revelan por completo cómo es de infructuoso vuestro método sectario. Ustedes nunca enfocan el problema de cómo los comunistas hubieran relatado las ilusiones que el propio stalinismo había engendrado. La negación absoluta de los derechos políticos por los stalinistas, inevitablemente engendra un anhelo por la democracia política entre los trabajadores. Sin embargo, en Polonia, los stalinistas mantienen una farsa parlamentaria del gobierno por vía de Sejm. Los trabajadores demandaron genuinas elecciones para este cuerpo. Esto no es meramente una ilusión democrática, sino una contradicción potencial a la cual los revolucionarios pueden y tienen que referirse. En cuanto al llamado por los sindicatos libres, este llamado es completamente comprensible en el contexto político preparado de las típicos sindicatos de los regímenes stalinistas.

Esto representa un deseo de estar libre de la política, libre del aparato stalinista que suprime la organización de un lugar de trabajo. Ustedes interpretan la resistencia al stalinismo por parte de la clase trabajadora sobre estas salidas como restauracionista. Esto es fallido, camaradas. ¿Cómo relatarían ustedes estas demandas, las cuales, en el camino, fueron corrientes, así como en la crisis de Hungría en 1956, la cual ustedes disfrutaron, en contraposición con la Polonia de los años 1980-81 -por el llamado para elecciones y sindicatos libres? No, sin comprometer nuestra defensa de las relaciones de propiedad en lo más mínimo, nosotros podemos proporcionar un programa auxiliar de revolución política para alcanzar la genuina democracia soviética de la forma en que se cuentan las ilusiones democráticas de las masas, no en una forma en que simplemente sean una burla a las mismas como pro-imperialistas.

La clave de la cuestión en el caso de Polonia no fue la defensa de las relaciones de propiedad en el resumen. Ustedes tienen que discutir a fondo el “plan” de Solidaridad para tomar el poder (basado en el fulgor de doctorados dados por las autoridades stalinistas) en una manera ridícula de tratar y sugerir lo que esto fue. En realidad lo que fue, constituiría un peligro si los trabajadores polacos podrían tomar las riendas de la revolución política antes de venderse por su comprometida dirección o arruinados por el stalinismo. Vuestro parecer de concernimiento con respecto a la crisis polaca, se evidencia en el hecho de que ustedes no han comenzado a tratar firmemente los problemas de la revolución política en vuestras tesis. Hay tesis sobre cómo los burócratas stalinistas pueden eliminar mejor a Solidaridad, Sin embargo, muchos de ustedes debieran protestar, un llamado a los stalinistas para llevar a cabo la represión es la lógica de vuestra posición. Ustedes se refieren al Congreso de Septiembre como una vertiente, como el punto cuando Solidaridad se convirtió definitivamente en contrarrevolucionario. En este aspecto ustedes debieron haber llamado por su supresión. No haberlo hecho es una mera inconsistencia de vuestra parte. Ustedes intentan mostrar vuestro apoyo por la estratagema de Jaruzelsky, siendo extremadamente críticos cuando este se mostró no convincente. Vuestras tesis sugieren que aparte de ser una tardía llegada, la represión de los stalinistas fue quizás una pequeña burla también pesadamente manejada, y se pensó en la destrucción de las organizaciones de la clase obrera, lo que fue un mero costo altísimo de protección de las relaciones de propiedad. Vuestra posición se vuelve ridícula cuando ustedes explican que mientras que ustedes defienden a los dirigentes contrarrevolucionarios y están suprimiéndole apoyo, ustedes se oponen a la supresión de “encuentros de trabajadores anti restauracionistas.”

¿Qué encuentros son estos, camaradas? Nosotros sospechamos que ellos son producto de vuestra imaginación dirigida a proveer una hoja de parra por una posición que es fundamentalmente pro-stalinista. En el mundo real ustedes apoyan la destrucción de los elementos de la democracia de los trabajadores ganada por Solidarnosc en los intereses de defensa de las relaciones de propiedad que fueron más riesgosas en el periodo de Jaruzelsky que con Solidarnosc. Como con Irán, ustedes fracasan al no establecer distinción alguna entre los dirigentes de un movimiento de masas (los cuales eran reaccionarios en diferentes formas) y la base y al fracasar para hacer tal distinción, se quedan sin táctica alguna para defender a esos dirigentes.

Vuestra posición de apoyo indiferente a Jaruzelsky, mientras rechazan la responsabilidad por la brutal caída que él ocasionó, representa el dilema que ustedes encaran como una organización que no ha roto con el espartaquismo. Vuestras convicciones internas los guían hacia la demanda de la supresión de Solidaridad desde septiembre de 1981 -ver tesis 3- pero vuestro temor a ser catalogados como espartaquistas los lleva solamente a activar esta demanda en diciembre. En ningún evento esto ha sido una posición que los lleve a no considerar a la clase trabajadora como un factor revolucionario independiente. Esto los lleva a ver la burocracia stalinista actuando como la protectora de las relaciones de propiedad planeadas. En fin, esto lo que hace es alejarlos cada vez más del trotskismo revolucionario.

Nuestras críticas sobre las posiciones del BT en Nicaragua y África del Sur pueden estar fundadas en la carta que nosotros enviamos a la Tendencia Izquierdista del Trotskismo antes de las navidades. Nosotros no repetiremos la misma aquí. Nosotros estamos en espera de vuestra respuesta a esta carta.

Queda de usted, fraternalmente,

Mark Hoskisson (en nombre del Secretariado MRCI